Daniella Aguilera se convirtió en la primera mujer saxofonista egresada del Instituto de Música UC

La saxofonista da la nota alta. No solo por ser la primera mujer en egresar de esta carrera en la UC, en los 26 años desde que esta fuera creada, sino también por ser reconocida como la mejor alumna de su promoción.

“(…) Éste es un logro muy relevante tanto para Daniella Aguilera como para la cátedra de saxofón”, afirma el director del Instituto de Música Alejandro Vera, sobre el egreso de la primera mujer en la carrera, una tendencia que va en aumento tanto en Chile como en el mundo. (Crédito fotográfico: Rodrigo Sánchez)

Hace pocas semanas, Daniella Aguilera se convirtió en la primera mujer saxofonista egresada del Instituto de Música UC. Nació en 1999, el mismo año en el cual se fundó esta cátedra en la Universidad Católica. “No me había dado cuenta del peso que esto implica para nosotras las mujeres y en la historia de la universidad”, dice la saxofonista de 25 años, que ya ha participado en la programación artística del Instituto de Música y que, además, es parte de la orquesta de jazz más reconocida de Chile.

“Es un honor ser la primera mujer en egresar en esta carrera, que no es fácil; necesita disciplina, constancia, fuerza y talento musical. Es un instrumento dominado por hombres, pero cada vez somos más las mujeres abriéndonos paso y creando caminos juntas para que el saxofón sea de todos”, agrega Daniella Aguilera.

El hito de este egreso es valorado por el director del Instituto de Música, Alejandro Vera: “Resulta obvio que, para cualquier estudiante mujer, estudiar una carrera que tradicionalmente ha sido cultivada por hombres, constituye un desafío adicional. En este sentido, el mérito por el éxito de lo conseguido es fundamentalmente de la propia estudiante, Daniella Aguilera, por su constancia al momento de enfrentarse a sus estudios y su capacidad de alcanzar metas a mediano y largo plazo”.

El musicólogo aclara. “Sin embargo, también es muy importante el rol que han desempeñado sus profesores, ya que en ese contexto es doblemente importante que los docentes fortalezcan la confianza de la estudiante en sus propias posibilidades. Creo sinceramente que éste es un logro muy relevante tanto para Daniella Aguilera como para la cátedra de saxofón”.

Coincide la egresada: “Me gustaría motivar a todas las chicas que quieran tocar este instrumento, que es hermoso, en el sentido de que se puede, que la Universidad Católica da todas las oportunidades para estudiar”.

“Desde los 13 años, la mayor parte de mi vida me la he pasado tocando saxofón”, cuenta la joven saxofonista. (Fotografía gentileza Daniella Aguilera).

La joven es la primera música de su familia, la que le ha brindado todo su apoyo. “Les insistí a mis papás a lo largo de un año para que me compraran el saxofón y ya después del año, me fueron creyendo un poquito más que iba en serio y lo adquirieron”, ríe.

“Desde los 13 años, la mayor parte de mi vida me la he pasado tocando saxofón. Me encanta la música para saxofón y la calidez de su sonido, y también lo que uno puede entregar con la música, independiente del instrumento; saber que a las personas les gusta lo que uno entrega me llena el corazón”, reconoce.

  • ¿Cómo se enamoró del saxofón?

“Me enamoré del instrumento cuando escuché a John Coltrane. Luego empecé a conocer a otros saxofonistas de jazz: Lester Young, Charlie Parker, Sonny Rollins, Sony Stitt… Más adelante conocí la academia, el saxofón docto, las obras de saxofón que existen y los compositores que las escribieron”.

  • ¿Cómo fue tomar la decisión de estudiar saxofón, frente a una enorme mayoría de intérpretes masculinos?

“Sin duda, este instrumento está rodeado de hombres, de esa antigua creencia de que ellos lo dominan porque el propio instrumento es ‘femenino’. Siempre hemos sido menos las mujeres. Empecé tocando saxofón a los 13 años, descubriendo música y saxofonistas que me llegaron al corazón, en el ámbito de la música popular y el jazz. Al crecer, mi interés aumentó; pasé por academias y profesores particulares, y a los 17 o 18 años decidí tomármelo de manera seria, y me preparé para las audiciones de la Universidad Católica con el profesor Pablo Vega. Y no sólo logré entrar, sino que tuve tres años de clases con el profesor Miguel Villafruela, quien fundó esta cátedra, antes de que él dejara de ser docente de la UC. Fueron años bonitos donde aprendí mucho sobre mi instrumento, la música docta y la técnica del saxofón, desde ‘tener dedos’, hasta el virtuosismo. En el año 2021 llega a la UC el profesor Alejandro Rivas, con quien seguí estudiando. Él también es muy riguroso con su manera de enseñar, y además abrió un área más folclórica y más latinoamericana para el instrumento”.

  • ¿Qué referentes femeninos había en Chile cuando ingresó al Instituto de Música UC?

“Tenía referentes como Karem Ruiz, quien es una gran saxofonista, y tenía conocimiento de algunas compañeras que ya estaban estudiando en la Universidad de Chile, donde la cátedra también fue fundada por el profesor Miguel Villafruela, pero antes, en 1993. Además, había dos chicas que ya estaban en la Universidad Católica. Pero siempre ha habido una desigualdad de género dentro de las cátedras. En este momento, somos cuatro mujeres en el Instituto de Música UC, pero en más de 25 años no había egresado ninguna mujer (en la especialidad de saxofón). Es impresionante”.

“(…) Es muy importante el rol que han desempeñado sus profesores, ya que en ese contexto es doblemente importante que los docentes fortalezcan la confianza de la estudiante en sus propias posibilidades” – Alejandro Vera, director Instituto de Música de la UC.

Mayor presencia femenina

Sus dos profesores elogian la musicalidad y la capacidad de trabajo de Daniella Aguilera. “Partió desde cero conmigo y con el transcurso del tiempo fue motivándose más en el estudio de la música y del saxofón. Siempre fue una excelente estudiante: seria, disciplinada, comprometida con sus estudios y con muchas ganas de superarse. Me hace muy feliz saber que pronto se titulará, lo que demuestra que todas sus cualidades positivas la llevaron a cumplir su sueño de ser una verdadera profesional”, comenta el célebre saxofonista cubano Miguel Villafruela.

Daniella Aguilera junto a su profesor Alejandro Rivas. (Fotografía gentileza Daniella Aguilera).

“Me gustaría motivar a todas las chicas que quieran tocar este instrumento, que es hermoso, en el sentido de que se puede, que la Universidad Católica da todas las oportunidades para estudiar” – Daniella Aguilera, egresa de Saxofón de la UC.

Su profesor, Alejandro Rivas, destaca que “es una excelente estudiante que ha avanzado mucho con el tiempo, cualitativa e interpretativamente. Ha demostrado una versatilidad con los años, enfocándose no solamente en el repertorio tradicional del saxofón, sino que además ha explorado el jazz y la música popular. Como estudiante, es muy entusiasta, muy talentosa y muy trabajadora”.

En cuanto a su egreso, indica que “es muy destacable, ya que en toda la historia del Instituto de Música UC, en lo referente al saxofón, Daniella Aguilera es la primera mujer que egresa de la carrera. Ella está en la malla antigua, por lo tanto, le queda dar su examen de título, lo que probablemente será a fines de este año”.

El profesor Rivas revela que en julio “también tendremos la primera egresada titulada de la malla nueva, Rhaien Pizarro, modalidad en la cual los estudiantes hacen ambos procesos al mismo tiempo. Así que estamos doblemente contentos: serán mis dos primeras egresadas y tituladas de mi período como profesor en la Universidad Católica”.  A Rhaien Pizarro la describe asimismo como “una estudiante muy talentosa y muy musical, además de entusiasta y trabajadora”.

El hecho de que dos saxofonistas mujeres egresen y se titulen en la UC en el mismo año, da cuenta de una tendencia al alza hacia una mayor presencia femenina en la carrera. Actualmente, de los seis estudiantes de la cátedra de saxofón en el Instituto de Música, cuatro son mujeres: Yael Perelman, Ingrid Muñoz, Rhaien Pizarro y Daniella Aguilera. Y esa mayor participación femenina se refleja también en una nueva paridad: considerando todas las menciones de la carrera de Interpretación Musical en la UC, existen 10 mujeres y 10 hombres en proceso de egreso.

Daniella Aguilera fue reconocida como la mejor alumna de su generación en su instrumento, recibiendo la beca de honor y por ello, pudo actuar en el Ciclo Intérpretes del Siglo XXI en 2023. El año anterior, actuó con sus profesores Villafruela y Rivas en la Temporada de Cámara UC.

Su concierto de egreso lo dio en diciembre pasado y a fines de 2025, realizará su concierto de título. “Tengo pensadas cuatro obras, una para cuarteto de saxofones con mis compañeros de cátedra y ojalá también con mi profesor, otra con cuarteto de cuerdas, otra acompañada de piano y una para saxofón solo”, adelanta.

“Quiero mostrar cómo el saxofón es un instrumento tan versátil que puede abarcar tanto lo contemporáneo y las técnicas extendidas como el folclor latinoamericano y la música docta romántica. Y también está el jazz, que he perseguido durante toda mi carrera universitaria, pues he aprendido el saxofón clásico en la UC, pero también he tenido clases particulares de jazz e improvisación en forma paralela”, revela Daniella Aguilera.

En ese género ya trabaja como una profesional: a fines de 2023 se integró a Los Andes Big Band que dirige Santiago Cerda. Junto con la trompetista Antonia Durán, es una de las dos mujeres de esta orquesta de jazz fundamental en el país.

Además, tiene su propio grupo de jazz, Daniella Rojas Cuarteto. “La idea es montar standards de jazz y, en el futuro, mis temas propios”, adelanta. Ahí toca el saxofón tenor. “Es el que ha predominado en mi gusto musical, en mi sonido y en el lenguaje también. En la universidad, en cambio, en el repertorio docto, ha sido el saxofón alto”, apunta.

La irrupción de las mujeres: sigilosa, pero sostenida

El profesor del Instituto de Música Alejandro Rivas, expresa un apoyo irrestricto a la equidad de género: “En la Universidad Católica no se hace ninguna diferencia entre hombres y mujeres. Y en el caso del Instituto de Música, son bienvenidas todas las personas que cumplan con los requisitos y que dan la prueba especial donde se miden talentos musicales, da lo mismo de cuál género sean”.

Con respecto a la razón de la escasa participación femenina histórica en el saxofón, el académico comenta: “Creo que era un instrumento más asociado a los hombres por ser un poco pesado y grande, y la verdad es que en Europa había un poco de machismo, se consideraba que la mujer no estaba apta para tocar instrumentos como el saxofón. Se comentaba siempre que a uno de los profesores más importantes del Conservatorio de París no le gustaba hacerles clases a las mujeres. Así de simple”, revela Rivas.

Afirma que, en Chile, “los instrumentos de viento relacionados con los bronces y el saxofón, siempre los tomaban los hombres. No creo que haya habido una discriminación, yo nunca la vi y, de hecho, tuve muchas compañeras cuando era estudiante”. Porque él mismo, que fue el primer titulado del maestro Miguel Villafruela en la Universidad de Chile, tuvo una compañera de curso que también se tituló, Virginia Covarrubias. Pero fue una excepción; muy pocas terminaban la carrera y, además, eran una minoría. “Ahora hay más mujeres que hombres en nuestra cátedra en la UC. Es difícil que sea casualidad; es más probable que sea el signo de los tiempos”, apunta Alejandro Rivas.

La propia Daniella Aguilera da cuenta de esta nueva realidad al enumerar a quienes admira: “En Chile tenemos grandes referentes de mujeres saxofonistas: Karem Ruiz y Melissa Aldana. Y además están las saxofonistas de mi generación: Javiera Anselmi, Rhaien Pizarro, Amanda Varas y Nice López. Somos cada vez más”, comenta.

Nueva generación de mujeres en la música: Daniella Aguilera, saxofonista; Amanda Naranjo, pianista; y Vanessa Durán y Mara González, flautistas.(Crédito fotográfico: Instituto de Música).

En los últimos diez años, aclara el profesor Rivas, “ha habido un vuelco. Hoy hay muchas más mujeres que tocan saxofón e incluso instrumentos de bronce. En el Instituto de Música UC, entre los estudiantes, hay cornistas y trombonistas mujeres. Y, en el saxofón, ahora son la mayoría. También en el mundo del jazz hay muchas saxofonistas; el caso emblemático es Melissa Aldana, una de las primeras en destacarse a nivel internacional en el jazz”.

Coincide plenamente el maestro Miguel Villafruela, quien tiene una constante actividad por el mundo como concertista y docente. “Hoy en día, vemos a un número creciente de mujeres saxofonistas sobresaliendo en escenarios internacionales y la cantidad de mujeres estudiando saxofón ha aumentado en todo el mundo, gracias a una mayor apertura de las instituciones académicas, el fomento de la inclusión y el aumento de las figuras femeninas influyentes en el ámbito musical. Aunque el camino hacia la igualdad de género aún tiene desafíos, la tendencia es claramente positiva, y las mujeres están ganando cada vez más espacio, abriendo nuevos horizontes y demostrando su capacidad artística. Cada vez hay más visibilidad y reconocimiento para las saxofonistas, lo que augura un futuro con más mujeres activas en la escena musical chilena”, expresa.

“Cada vez hay más alumnas y egresadas de universidades que se dedican a la interpretación profesional del saxofón. Actualmente tengo dos estudiantes mujeres en la etapa superior de la Universidad de Chile y una de ellas está preparando su recital de titulación para el próximo año 2026”, agrega.

De la banda militar a la sala de conciertos

Una de las razones de la masculinización del instrumento está en su origen, cuando lo inventó el francés Adolphe Sax a mediados del siglo XIX. “El saxofón nació para las bandas militares y civiles, donde había más hombres que mujeres”, explica el profesor Alejandro Rivas.

Tanto en la música de tradición escrita, como en el jazz y el rock, complementa el maestro Miguel Villafruela, “el saxofón siempre fue asociado con músicos varones, debido a una combinación de factores sociales, culturales y económicos, y, en el ámbito de la música llamada clásica, las mujeres enfrentaron barreras significativas en su formación y oportunidades de actuación”.

Daniella Aguilera, en su concierto de egreso, en diciembre del año pasado. Foto: Archivo Daniella Aguilera.

Como suele suceder, hubo grandes y excepcionales figuras. “Elise Hall fue una saxofonista norteamericana que protagonizó la primera obra concertante con orquesta para el instrumento, en Boston, en 1901. Fue, además, una gran mecenas que comisionó obras para saxofón de algunos de los compositores más importantes de su época”, señala Villafruela.

Y explica que el enorme desarrollo que el saxofón tuvo en el jazz también fue determinante: “Como durante gran parte de su historia el jazz fue visto como un espacio predominantemente masculino, esto limitó la participación de mujeres saxofonistas. Sin embargo, con el tiempo, varios movimientos feministas y cambios sociales han promovido la igualdad de género en la música”.

Aun así, hubo pioneras en el jazz, desde 1930: Virginia Anderson, Candy Dulfer y Tia Fuller. “Estas mujeres no sólo desafiaron las normas de género, sino que también abrieron caminos para futuras generaciones de saxofonistas”, enfatiza.

“Hoy en día, hay muchas saxofonistas destacadas en el jazz y la música clásica, que no sólo han demostrado su habilidad técnica, sino que también han inspirado a nuevas generaciones de mujeres, ayudando a derribar barreras y prejuicios históricos. Su contribución es cada vez más reconocida y celebrada, y esto refleja un cambio cultural significativo hacia una mayor inclusión y equidad en el ámbito musical”, cierra Miguel Villafruela.