Igualar el avance de la carrera de investigación para hombres y mujeres; distribuir la carga horaria de manera equilibrada; y fomentar el liderazgo de las académicas a distintos niveles son algunos de los focos del programa InES de género, que se lanzará el 19 de mayo en el Campus San Joaquín. ¿La idea? Disminuir los sesgos de género en el mundo de la academia y la ciencia.
Las diferencias de género en el mundo de la ciencia y la investigación en general, en Chile, siguen visibles y palpables, pese a todos los avances. Y las universidades no son una excepción. Consciente de esta realidad, la U. Católica está impulsando un plan para reducir las desigualdades que existen entre hombres y mujeres en el mundo de la investigación.
Ese es el foco del proyecto InES -Proyecto Innovación en Educación Superior en Género-, llamado “INGE210011”, que se adjudicó la universidad por un periodo de tres años, gracias a un concurso de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Esta iniciativa es liderada por las direcciones de Investigación y de Equidad de Género de esta casa de estudios, y se lanzará el 19 de mayo de 2022 en el Campus San Joaquín. En palabras sencillas, mediante el InES de género se buscará igualar el avance de la carrera de investigación para hombres y mujeres, desarrollar talleres sobre sesgos implícitos de género orientados, fomentar la corresponsabilidad y distribuir la carga horaria de manera equilibrada y fomentar el liderazgo de las académicas a distintos niveles. Todo esto, en el ámbito de la llamada I+D+i+e (sigla de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento).
Se trata de un proyecto impulsado por las Vicerrectorías de Investigación y Académica. “Las direcciones de Equidad de Género y de Desarrollo Académico participarán en este proyecto con dos objetivos dirigidos a la planta académica: implementar acciones que aseguren equidades horizontales y verticales en el avance de la carrera académica para hombres y mujeres; e implementar estrategias para asegurar una carga de distribución horaria equilibrada en labores propias de la carrera académica para ambos”, explica Silvana Zanlungo, directora de Equidad de Género y de Desarrollo Académico de la UC.
Y es que no basta con ser una “institución líder en investigación y desarrollo”, apunta Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación de la UC. “Debemos generar acciones y estrategias orientadas a disminuir las brechas detectadas en el ámbito académico y científico y, sobre todo, sensibilizar a la comunidad con respecto a la importancia de fomentar la participación femenina en proyectos de I+D+i+e y en cargos estratégicos”, añade Bouchon. Desde su perspectiva, esta es la vía para promover una cultura más equitativa y corresponsable. “Este camino como universidad lo iniciamos hace varios años y este proyecto InES viene a reafirmarlo y reforzarlo”.
Algunos datos confirman que aún resta camino por recorrer. Un estudio de las direcciones de Equidad de Género y Desarrollo Académico de la UC analizó las contrataciones académicas entre 2015 y 2019. Y constató una brecha entre los nuevos ingresos en ese período: sólo 30% correspondió a mujeres.
Eso no es todo. La baja proporción de mujeres en la planta ordinaria de la universidad -en 2020 era un 31% del total- podría explicar, en parte, el liderazgo minoritario femenino en proyectos Fondecyt, I+D aplicada e investigación asociativa. Entre 2016 y 2020, la UC se adjudicó 506 proyectos Fondecyt Regular, de los cuales el 25% son liderados por mujeres. Y de 203 proyectos Fondecyt Iniciación en ese mismo periodo, 38% fueron encabezados por mujeres. De las 381 iniciativas I+D aplicada financiadas por fuentes externas en ese período, 30% es capitaneado por mujeres. Respecto a proyectos asociativos, la UC se adjudicó 21 Anillos y Núcleos entre 2016 y 2020, de los cuales el 33% son guiados por mujeres.
María Elena Boisier, directora de Investigación de la UC, es quien lidera el proyecto InES de género desde Investigación y trabajará en ello junto a las universidades de Birmingham (Inglaterra) y Magallanes. Para ello, la ANID entregó un financiamiento de $448 millones, unos US$ 521 mil. En este contexto, la U. de Birmingham mostrará iniciativas que han liderado para reducir la brecha de género. La U. de Magallanes, en tanto, acogerá talleres de capacitación para poder avanzar en este tema.
Acciones concretas
Para llevar a cargo estas metas de reducción de brechas de género, el programa contempla desarrollar diversas acciones, como talleres formativos en sesgos implícitos y violencia de género; e instalar un programa “incubadora de talentos” y otro de mentorías para fomentar el liderazgo en proyectos de I+D+i+e, enfocado en académicas de la universidad. Además, definir instrumentos de evaluación que incluyan la perspectiva de género en los concursos internos de investigación; e instalar dos concursos de apoyo a la investigación. Sobre estos últimos, uno estará enfocado en las académicas y académicos con labores activas de cuidado; y el otro en investigación en temáticas de género, violencia de género y/o que busquen incorporar el enfoque de género en la investigación interdisciplinaria y creación artística; entre otros.
El lanzamiento
El jueves 19 de mayo, a las 16:00 horas, se realizará el lanzamiento de este emblemático proyecto en el Campus San Joaquín de la universidad, puntualmente en el Auditorio de College. En el evento participarán los vicerrectores de Investigación y Académico, junto con las directoras de Investigación y Equidad de Género. Además, representantes de la ANID.
Este lanzamiento será abierto a la comunidad universitaria y gratuito, previa inscripción en este enlace: bit.ly/3KHfpzG