En un evento de cierre, realizado el jueves 16 de noviembre en Casa Central, la Dirección de Equidad de Género compartió los avances y desafíos a los que se enfrentó en la implementación de este ambicioso proyecto respaldado por el Ministerio de Educación.
Luego de tres años de intenso trabajo, la Dirección de Equidad de Género finalizó el proyecto “Formación Universitaria y Equidad de Género”, en un acto que contó con la presencia de diversos representantes del cuerpo académico y profesionales que fueron parte de este proyecto.
Fernando Purcell, Vicerrector Académico, abrió la ceremonia reconociendo el esfuerzo de un conjunto de integrantes de la comunidad UC y la misma Dirección de Equidad de Género, resaltando el aporte significativo de este trabajo dentro de la Universidad, con el objetivo de “reforzar el compromiso institucional en la creación de un entorno académico más justo y equitativo”.
Además, relató los desafíos con los que se encontraron desde la creación del proyecto, financiado por el Ministerio de Educación, reconociendo que al momento de postular estaban conscientes de la necesidad de batallar contra los sesgos de género en todos los estamentos de la Universidad y de impregnar el proyecto educativo con un sentido de equidad.
“Hemos cumplido las metas para incorporar la equidad de género en el quehacer diario. No solo ha sido un aporte sustantivo para la labor formativa interna, sino que también, ha fomentado diálogos enriquecedores entre pares”, señaló.
Por su parte, la directora de la Dirección de Equidad de Género, Silvana Zanlungo y la Jefa de la misma unidad, Pilar Bontá, detallaron a través de una presentación, los objetivos específicos del programa y las instancias de trabajo que cada uno de ellos generó.
El primero, centrado en mejorar la gestión universitaria y potenciar el bienestar a través de un plan formativo en equidad de género, que tuvo como resultado la creación del Curso asincrónico: “Equidad de género en la cultura de la comunidad Universitaria UC: Competencias y herramientas para su sensibilización e integración”, orientado a profesionales y personal administrativo.
El segundo, enfocado en incorporar el enfoque de género en la formación docente y prácticas pedagógicas, mediante diversas instancias formativas dirigidas a docentes, estudiantes de doctorado y de algunas facultades.
El tercero, dirigido a la toma de decisiones y procesos de carrera académica, orientado a autoridades académicas y administrativas, bajo el cual se generaron insumos para fortalecer una práctica sin sesgos; y el cuarto, que buscó integrar a los estudiantes en el proceso de institucionalización del enfoque de género a través de instancias formativas en áreas pertinentes.
Además de destacar los logros, las líderes de la Dirección de Equidad de Género señalaron desafíos cruciales, subrayando la necesidad de fortalecer la formación con visión de género en la comunidad y articular iniciativas con las distintas disciplinas de la Universidad.
Asimismo, hicieron hincapié en la importancia de robustecer la colaboración con actores clave y unidades académicas para avanzar en la institucionalización del enfoque de género.