UC actualiza política de prevención y apoyo en materias de violencia sexual y género

La actualización del “Reglamento sobre violencia sexual, violencia y discriminación de género” fue aprobada por el Honorable Consejo Superior. La política promoverá el buen trato y respeto en la comunidad y abordará situaciones de violencia sexual, de género y discriminación en el contexto universitario.

Diversas manos unidas
La política articula y amplía los servicios que la UC venía ofreciendo en prevención, apoyo pisco-socio-legal en violencia sexual; formación y prevención, así como en investigación y sanción en materias de violencia sexual, violencia de género y discriminación. Crédito imagen: Pexels.

La actualización del “Reglamento sobre violencia sexual, violencia y discriminación de género” que propuso una comisión revisora nombrada por el rector, fue aprobada por el Honorable Consejo Superior (HCS)

El documento de la Política de formación, prevención y apoyo en materias de violencia sexual, violencia y discriminación de género de la UC que articula las distintas instancias de la universidad fue presentadoen el HCS, teniendo una amplia acogida.

Esta política acumula la experiencia recogida por la universidad desde el 2017, cuando se empezó a implementar la llamada “Política de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual” en contextos universitarios. El nuevo documento fue elaborado por la comisión revisora para evaluar el anterior reglamento, el cual fue aprobado por el Honorable Consejo Superior en marzo de 2020, el cual dejó establecido que debía ser revisado luego de dos años desde su puesta en marcha, es decir, en marzo de 2022.

“Esta política innova al crear, en su quinto pilar, una comisión que articula todos estos servicios y estrategias ofrecidas por diversas unidades de la UC, para garantizar consistencia interna en las miradas y acciones que promueven e implementan” – Carolina Muñoz, directora Unidad de Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual, de Género y Discriminación

La comisión fue constituida con paridad de género y representación de los distintos ámbitos de la universidad, y con amplias facultades para realizar su labor en la institución, según lo establecido en la nueva Ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior.

El trabajo estuvo presidido por la directora de la Unidad de Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual, de Género y Discriminación (UVG), Carolina Muñoz, y coordinado por la pro secretaria general, Marisol Urrutia, e integrada por la directora de Desarrollo Académico y de Equidad de Género, la profesora Silvana Zanlungo. También participaron el profesor de la Escuela de Psicología y miembro del consejo asesor de la Unidad de Violencia Sexual, Alejandro Reinoso; la directora de Asuntos Estudiantiles, Carolina Méndez; la directora de Personas, Fernanda Vicuña; Maximiliano Torrico, abogado del Programa de Apoyo Legal y Judicial a Víctimas de Violencia Sexual; Héctor Flores, dirigente sindical; y Almendra Aguilera y José Luis Campino, estudiantes.

Perfeccionando acciones

Luego de seis meses de trabajo, la comisión entregó su diagnóstico junto con mantener y perfeccionar las estrategias y las acciones desarrolladas hasta la fecha, con el objetivo de promover relaciones saludables, fortaleciendo la cultura del respeto, enfrentar la violencia sexual en contexto universitario y promover la equidad de género.

Carolina Muñoz, directora de la comisión revisora, señala que la recién aprobada política se sostiene en la “Política de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual” en contextos universitarios creada el año 2017 y en todos los aprendizajes que la universidad ha recabado desde 2013, cuando se creó la Comisión Mujer y Academia, y todas las sucesivas iniciativas llevadas a cabo para promover a la mujer al interior del plantel, así como proteger a todos y todas las personas que conforman la comunidad y que puedan verse afectadas por violencia sexual, de género y discriminación.

En este sentido, explica Muñoz, la reciente política articula y amplía los servicios que la UC venía ofreciendo en prevención, apoyo piscosociolegal en violencia sexual; formación y prevención, así como en investigación y sanción en materias de violencia sexual, violencia de género y discriminación, a cargo de distintas unidades y direcciones tales como la Unidad de Violencia Sexual, la oficina de la Ombuds, la Dirección de Asuntos Estudiantiles, la Dirección de Equidad de Género, la Dirección de Personas y Secretaría General.

“Esta política innova al crear, en su quinto pilar, una comisión que articula todos estos servicios y estrategias ofrecidas por diversas unidades de la UC, para garantizar consistencia interna en las miradas y acciones que promueven e implementan”, precisa.

La actual política fue elaborada en el marco de un proceso paritario y con representación de todos los estamentos de la UC: académicos, funcionarios y estudiantes. Crédito imagen: Dirección de Comunicaciones.

Otra innovación de esta política, subraya Carolina Muñoz, es ampliar los servicios de la Unidad de Violencia Sexual, de Género y Discriminación para prevenir, formar y acompañar a personas afectadas por violencia de género y discriminación, antes acotado a violencia sexual, incorporando una nueva psicóloga para contar con más capacidad de atención. Asimismo, el programa de apoyo psicolegal también amplía su equipo para poder orientar y representar, cuando sea necesario, a víctimas de violencia de género y discriminación, que antes estaba acotado a hechos de violencia sexual.

Por su parte, Silvana Zanlungo, directora de Equidad de Género, destaca el trabajo realizado por esta comisión formada por hombres y mujeres de la comunidad al ser un trabajo muy profundo, donde se dio una escucha activa y un diálogo sincero. “Escuchamos las voces internas y nos nutrimos de experiencias externas. El trabajo realizado fue colaborativo y refleja justamente eso. Quedó una excelente política para la universidad que toca estos temas que son tan relevantes para avanzar en una convivencia sana. Hoy, el gran desafío, será su implementación. Pero es un gran paso que ha dado el plantel”, señala.

Principios y lineamientos

La política, elaborada en el marco de un proceso paritario y con representación de todos los estamentos de la UC (académicos, funcionarios y estudiantes), aborda satisfactoriamente las distintas áreas para enfrentar la discriminación y violencia de género, incluida la sexual, estableciendo principios y lineamientos claros para la prevención, la sanción, la protección y reparación de las víctimas.

Según Maximiliano Torrico, abogado del Programa de Apoyo Jurídico a Víctimas de Violencia Sexual y participante de la comisión revisora, es “una excelente noticia para la UC, que viene a recoger todo el trabajo realizado durante los últimos años en torno a la violencia sexual, violencia y discriminación de género con miras a erigirse como la ‘carta de navegación’ que guiará el desarrollo de un trabajo articulado y consistente para el abordaje de esta materia, en plena concordancia con la legislación nacional, así como con la normativa internacional en materia de derechos humanos”.  

Torrico destaca que, como parte de la prevención, se incorporan lineamientos orientados a la concientización, formación y educación de todos los integrantes de la comunidad, la actual política releva la integración de la equidad de género en el proyecto educativo y la mantención de contenidos existentes en derechos humanos, discriminación y violencia de género en los planes curriculares. Esto, “con el objeto promover un cambio cultural que haga posible la eliminación de la violencia de género”, dice el experto.

“(Esta política) guiará el desarrollo de un trabajo articulado y consistente para el abordaje de esta materia, en plena concordancia con la legislación nacional, así como con la normativa internacional en materia de derechos humanos” -Maximiliano Torrico, abogado del Programa de Apoyo Jurídico a Víctimas de Violencia Sexual

Para Alejandro Reinoso, profesor de Psicología y uno de los integrantes de la comisión revisora, el proceso de construcción de la política “ha sido importante para poder nombrar, para darle un lugar a estos fenómenos, a los cuales no somos ajenos. Sucesivamente este proceso de construcción también está relacionado con una contingencia que no es menor y es la ley que mandata a las universidades la construcción de un reglamento”.

Para Alejandro Reinoso, profesor de Psicología y uno de los integrantes de la comisión revisora, el proceso de construcción de la política “ha sido importante para poder nombrar, para darle un lugar a estos fenómenos, a los cuales no somos ajenos. Sucesivamente este proceso de construcción también está relacionado con una contingencia que no es menor y es la ley que mandata a las universidades la construcción de un reglamento”.

La implementación de esta política va a requerir de un proceso de formación de personas, gravitante y crucial en la vida universitaria, “y esa formación no es de instrucción de contenidos y materias de las diferentes especialidades, sino específicamente de la formación de personas, de valores, que van en la línea del buen trato, del respeto a la dignidad de la persona, entre los cuales un aspecto crucial es la sexualidad de la persona, de su carácter sexuado y su condición de género”, explica Reinoso.

Bajo la mirada de la estudiante de Sociología, Almendra Aguilera, quien también participó en la comisión revisora, “esta es una política bien robusta, que habla no solo de prevención y de educación, sino que también de reparación, además de las sanciones, y de formación y cierta consciencia de los propios sesgos que puedan tener los procesos”. Más allá de los desafíos de la implementación, esta política “es un gran avance que responde a las distintas voces y manifestaciones que ha habido desde el estudiantado y distintos actores a lo largo de Chile”, sostiene y continúa: La universidad “se está poniendo al día con lo que está pasando en su propia comunidad, las cosas que se están exigiendo y con las cosas que están pasando en el país, ylo está haciendo de una manera dialogante, constructiva, responsable y con representantes de los distintos actores relevantes de su comunidad”, precisa. 

Acompañamiento y apoyo

La política mantuvo la definición de violencia sexual, que considera violencia sexual cualquier conducta, comentario, insinuación o gesto de connotación sexual no consentido por la persona que lo experimenta, y ajustó la de violencia de género a los requerimientos de la Superintendencia de Educación Superior.

Estas acciones pueden haber sido realizadas en forma presencial o por cualquier otro medio, como redes sociales o correo electrónico, aunque no haya existido contacto físico. También pueden haber sido realizadas de manera única o reiterada. En los contextos universitarios, estos actos pueden ocurrir en el marco de una relación simétrica (entre pares) que involucra a estudiantes, a la comunidad académica, profesionales y personal administrativo, o bien, en el marco de una relación asimétrica que involucra a integrantes de la academia con estudiantes, ayudantes-estudiantes, persona perteneciente a una jefatura con una persona subalterna, entre otros.

La labor de apoyo, acompañamiento y derivación lo brinda la Unidad de Apoyo a Víctimas de Violencia Sexual, de Género y Discriminación (UVG) para cualquier persona de la comunidad, pudiendo contactarse con esta unidad de manera online  en noalaviolenciasexual.uc.cl/contacto/ o a través del fono ayuda 800 001 222, durante las 24 horas del día.

Así, también, la denuncia de hechos de violencia sexual, violencia y discriminación de género es un derecho de la víctima y debe ser dirigida a Secretaría General, y tiene el carácter de reservada.

Revisa aquí la Política de Formación, Prevención y Apoyo en materias de Violencia Sexual, Violencia y Discriminación de Género.